Stephen Hawking ha sido uno de los científicos más brillantes de los últimos cincuenta años, y uno de los seres humanos más excepcionales que ha visto nuestro planeta. Hace cuarenta años nos planteó un enigma que aún nos tiene perplejos: ¿es posible el olvido absoluto en nuestro universo? Los agujeros negros --lugar donde el tiempo se distorsiona hasta llegar a su fin- parecen decirnos que sí. Sin embargo, la cuántica niega esta posibilidad. Esta paradoja entre los dos pilares maestros de la física: la gravedad --la ciencia de lo muy grande- y la cuántica -la ciencia de lo muy pequeño-- ha sido la principal contribución científica de quien se negó a aceptar un destino trágico y nunca dejó de mirar a las estrellas.
Sobre el autor
Roberto Emparan es investigador ICREA en el Instituto de Ciencias del Cosmos de la Universidad de Barcelona, es uno de nuestros físicos más reconocidos internacionalmente en el campo de la gravedad, los agujeros negros y las teorías de supercordes. La Su investigación se centra en el estudio de la gravedad, la estructura del espacio-tiempo, y los agujeros negros, tanto en los aspectos clásicos como cuánticos. Ha publicado cerca de 100 artículos de investigación e impartido más de 150 charlas y conferencias invitadas sobre agujeros negros, teoría de cuerdas y cosmología.