La madrugada del 9 al 10 de febrero está previsto el lanzamiento desde Cabo Cañaveral de la sonda Solar Orbiter, una misión dirigida por la Agencia Espacial Europea (ESA), con fuerte participación de la NASA, para abordar una cuestión central: cómo el Sol crea y controla la heliosfera. Solar Orbiter podrá estudiar detalladamente el Sol gracias a la órbita que trazará alrededor y a la combinación de instrumentos científicos con los que va equipada. La sonda se acercará hasta una distancia de 42 millones de kilómetros, lo que implica que las partes de Solar Orbiter que miran al Sol tendrán que soportar temperaturas de más de 500 ºC, mientras que las partes a la sombra estarán alrededor de -180 ºC. A lo largo de la misión, la órbita de la sonda irá aumentando de inclinación respecto a la eclíptica hasta unos 30º, lo que permitirá obtener por primera vez imágenes de alta resolución de los polos solares.
Un equipo del Instituto de Ciencias del Cosmos de la Universidad de Barcelona (ICCUB-IEEC) ha trabajado en uno de los diez aparatos que llevará Solar Orbiter. Se trata del instrumento llamado SO/PHI (Polarimetric and Helioseismic Imager), que proporcionará medidas del campo magnético de la fotosfera solar con alta precisión.
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